EL PRADO EFÍMERO
La historia del Museo impresa en papel
Con el término de Ephemera se designan distintos tipos de impresos sobre papel con información textual o gráfica que se han producido para un uso inmediato o de corta duración. Generados de forma puntual o periódica, a veces por motivos concretos, en su origen no tenían cualidades artísticas ni valor económico elevado. Estas características han motivado que en el momento de su creación no se haya tenido en cuenta la necesidad de su preservación. Con el paso de los años, estos impresos adquieren unos valores sociales, culturales, históricos y artísticos, por lo que derivan en objetos memorables, dignos de recuerdo y pervivencia. Igualmente, se convierten en piezas de interés para coleccionistas y, en el caso del Museo del Prado, para el estudio y la documentación de la trayectoria vital de una institución.
Estos documentos de vida breve han extendido de manera extraordinaria el conocimiento de las colecciones artísticas del Museo entre sectores de población que no forman parte de su público habitual, pero que han usado sellos de correos, tarjetas de teléfonos, billetes de metro o décimos de lotería con imágenes de cuadros del Prado.
Resulta elocuente el uso que se ha hecho de pinturas del Museo, por todos reconocibles, en los carteles y folletos publicados por las entidades encargadas de la promoción turística en España a lo largo del siglo XX, con el fin de generar una imagen de país basada en su patrimonio artístico.
Las distintas tipologías de materiales en papel de vida útil limitada se caracterizan, además, porque se distribuyen de forma gratuita –folletos, invitaciones, felicitaciones, entradas- o con un coste muy bajo -carteles, postales-, teniendo por ello mismo una enorme capacidad para llegar a grandes públicos.
Por lo que respecta a la temática, como era de esperar, los pintores más reproducidos son Diego Velázquez y Francisco de Goya y los iconos más reiterados son, entre otros, Las Meninas de Velázquez, las Majas de Goya, El Jardín de las Delicias de El Bosco, el Caballero de la mano en el pecho de El Greco y La Anunciación de Fra Angelico que, replicados en su totalidad o en detalle, inundan con su presencia estos impresos. En este tipo de documentos, igualmente es frecuente la aparición del edificio de Juan de Villanueva y de las galerías interiores plenas de cuadros.
Estos materiales gráficos y textuales, impresos a través de técnicas de reproducción fotomecánica -fototipia, tricromía, huecograbado, offset- o nacidos en formato digital, han permitido la divulgación, y a veces la vulgarización, de las imágenes artísticas, modificando la experiencia de la contemplación de la obra de arte no sólo por la pérdida del aura de la que hablaba Walter Benjamin en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936), sino por la modificación de la escala y la visualización masiva de la obra de arte reproducida, llevada a su extremo por la cultura pop a la que le interesa más la copia que el objeto artístico original.
No se han tenido en consideración los impresos producidos con fines comerciales por organizaciones privadas como pueden ser los cromos, los envoltorios y etiquetas de productos, las cajas de cerillas, los materiales publicitarios, los calendarios, los naipes, los marcapáginas o los productos de papelería. Todos ellos reflejan la evolución social y aspectos diversos de la vida cotidiana y cultural española, pero el proyecto hubiera sido inabarcable dado que las colecciones del Prado se han reproducido de manera intensiva en este tipo de soportes.
La colección de postales del Gabinete de Dibujos y Estampas ya era notable pero, hasta hace unos años, las obras de ephemera no se recopilaban y procesaban de manera sistemática. Así, ha sido la generosidad de tantos compañeros que han donado estos impresos coleccionados y guardados con mimo, la que ha permitido conformar un fondo que crece día a día y que, en la actualidad, asciende a más de 300 carteles, unas 640 postales, más de 60 series filatélicas, alrededor de 80 entradas, unas 240 invitaciones y casi 600 folletos. Todos ellos, están digitalizados y catalogados en tres sistemas diferentes de gestión documental informatizada. Sus metadatos se presentan en este sitio web de manera unificada, independientemente de la tipología del material o de la unidad que haya generado la información.
En estos papeles está reflejada la evolución del diseño gráfico del Museo y su historia más cotidiana. Expanden la imagen de una colección de gran valor artístico y simbólico, cuyo conocimiento masivo convierte al Museo del Prado en un referente de identidad colectiva, en lo que se ha definido como un “lugar de memoria” en la exposición conmemorativa del Bicentenario.
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